LOS INTERMEDIOS

-Me siento feliz, Superyó. Por fin el mundo vuelve a su cauce: calles con barricadas, negros contra blancos, el ejército patrullando. Y aquí, más cerquita, mentirosos acusando de mentir a otros mentirosos.  Y lo mejor de todo es que, por fin, los  bisnietos van a poner las cosas en su sitio: si tu bisabuelo mató a mi bisabuelo hace ochenta años, ándate con ojo, que esto  no va a quedar así. Es genial.

-Estás loco. Menos mal que no eres más que un fantasma. Menos mal que no existes.

-… Demuéstrame que no existo. Demuéstrame que no llevo razón. La guerra es el estado natural de la sociedad. Y lo mejor es que no se termina nunca: cuando se firma la paz, o el armisticio, la guerra continúa en la conciencia de los vencedores y vencidos y sus descendientes la heredan.

-Por eso, los que hemos tenido la suerte de nacer en tiempo de paz, tenemos la sana obligación de construir un mundo nuevo, sin guerras ni violencia, en el que los conflictos se resuelvan de otro modo, sin rajarnos el cuello ni disparando cañonazos.

-Los del tiempo de paz, como tú dices, solo sois los muñecos del intermedio entre guerra y guerra.  Poco humanos. Nada valientes. Ignorantes del principal resorte de la vida, que es conseguir lo que se necesita a cualquier precio, negociando o matando, da igual. Sois eso: intermedios, ni chicha ni limoná, indecisos sin trinchera, medias tintas, tibios. O se está con unos o se está con otros, ya está, no hay más. He visitado en mis reencarnaciones muchas épocas y -siempre, no falla: siempre-  cuando un soldado abandona la trinchera, comprueba que el campo de batalla era solo una porción de tierra y yerba maltratada, nada más. Y, en seguida, le llega el balazo o el espadazo, certero y puntual.

-Óyeme bien, fantasma del demonio: la defensa del humillado, del robado y del expoliado muchas veces es la fuerza. Pero la verdadera valentía es buscar acuerdos, escuchar, negociar, exigir y ceder… para que no haya más humillados, robados o expoliados. Eso es ser valiente. Así que, vete de mi conciencia y muérete, Milli.

-¡Más humildad, hombre civilizado, más humildad…! Tú y los tuyos, en el fondo, no podéis vivir sin mí, estaríais incompletos, me necesitáis… Además, no puedo morir: ya estoy muerto.

2 comentarios en “LOS INTERMEDIOS

  1. Inma Barón dice:

    Hoy que necesitaba un libro y no lo tenía a mano me he acordado de ti y te he leído. Estábas aquí cuando te he necesitado y he ido leyendo y viendo como en cada lectura das tu opinión sobre la vida y eso me ha gustado . Eres un valiente, no todo el mundo tiene su propia opinión sobre la vida y las cosas. Tú sí. Gracias

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